LOCURA EN VUELO
Revoloteando herida
solté el amor a los vientos,
soplé fuerte hasta perderme
por las rutas de los cielos.
Ese cielo que provoca
imitar las golondrinas
controlando el bravo vuelo.
Voy buscando entre las nubes
el color de los ensueños.
Tengo alas nacaradas
por los bordes de mi cuerpo.
Cargo copitas de plata,
blancas plumas y esmeraldas
adornando la dulzura de los besos.
Un cofre de perlas llevo
para tejer las cadenas
que me aten a tu cuello.
Tengo miedo de chocar
contra nubes de desvelos.
Quiero llevar con la brisa
el aroma de mi pecho
que sabe reconocer
las locuras de este vuelo.
Las alas me crecieron para llevarme a ti.
Carmen Amaralis Vega
MANOS TALLADAS
Rezo tu nombre tallándome las manos,
Arcángel de mis sueños.
Loca escultora ardiendo en llamaradas,
apasionada en mis noches sin ti.
Me tallo las manos inventando caricias,
y le doy la forma de espadas afiladas.
Sangran sobre el pecho los lirios del recuerdo
cortados con las manos en dolor.
Esas mismas manos delinearon tu rostro
que miraba extasiado mis ojos
buscando en frenesí mi boca con pasión.
He tallado mis manos para moldear la vida
dejando que el destino decida por los dos.
Estas manos talladas y sangrantes
las ofrezco sobre el altar del amor.
Carmen Amaralis Vega
ENCARNANDO VIDA
Cada espacio de mi cuerpo te siente
Encarnando fantasías.
No recuerdo el color de tus ojos
pero su brillo aún me ciega.
No recuerdo si tus manos son grandes,
pero tengo marcados sus dedos en mi vientre.
Cada rincón de mi cuerpo levita en locura.
Saboreo el néctar de tu piel,
ese sabor agridulce de tu espalda
que provoca el deseo irremediable
de fundirnos en caricias nuevas,
profundas, fluorescentes, divinas,
como divino fue tu pecho sobre el mío
jadeante, irradiando luces en delirios.
Cada espacio de mi cuerpo te tiene,
Y no es fácil decirte al oído
que quedo fundida en ti hasta que vuelvas,
hombre luminoso,
con tu luz sagrada
encarnando vida.
Carmen Amaralis Vega