SOY MUJER
No soy río,
No soy nube blanquecina,
ni siquiera soy ave que remonta su vuelo
y te deja en la orilla picoteando desganos.
No soy lumbre en tu oscuridad,
mucho menos agua que calme tu sed.
Soy mujer,
Inquieta mujer que tiembla
cuando le das un beso,
que llora por sus partos malogrados,
Y ríe cuando acaricia el rostro de un ángel.
Sí, soy mujer,
muy mujer.
Unas veces fuerte roble,
otras débil zumbido de abaja
buscando el néctar de la vida.
Y me arrastro sobre las arenas de tu cuerpo,
y suspiro inhalando tu aroma.
Ese aroma que unas veces me embriaga
Y otras me desquicia,
cuando no reconoces
los fractales que encierra mi corazón.
Sí, soy mujer,
complicada mujer de yeso.
Carmen Amaralis Vega
LA FUERZA DE TU NOMBRE
La fuerza de tu nombre
Aquí, ante tu mar,
tus verdes,
tu sol.
Aquí, dentro de mi oscuridad.
Mi pasado se cruza con tu luz.
Estoy ligada a tu naturaleza.
Soy obrera de mi viva,
espejo de mis sueños,
reflejo de en ese azul que te baña
bordando de espumas la locura de este amor.
Voy forjando la conciencia,
con la clarividencia de entender,
Sentir,
desear
ese fantasma de tu sensibilidad.
Es que el amor es la pasión más egoísta,
Y lo necesito para sobrevivir
con la fuerza que me da tu nombre.
Carmen Amaralis Vega
LÁGRIMAS NEGRAS
Lágrimas negras
Está ahí esa sombra,
tu sombra.
Aparece cuando menos la espero.
Tiene navajas que laceran recuerdos,
Abre heridas viejas.
También me ofrece flores.
y las acepto,
la fragancia revive
aquel amor fuerte,
tan fuerte que duele todavía.
Es que se ha pasado la vida
y las mismas campanas repican desde lejos
trayendo de la mano la melancolía,
viste el traje negro del abandono.
No te maldigo, no,
todo lo contrario,
en mis sueños te cubro de bendiciones
y humedezco tu sombra
con las lágrimas negras
de mi extravío.
Carmen Amaralis Vega